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Higinio

Finalizando la Segunda Restauración...

...aunque el nombre más exacto sea la "reinstauración", dado que el general y dictador Franco fue quien decidió qué eslabón de la cadena de la dinastía (lo de la cadena me salió así... debe ser un lapsus) empezaba de nuevo.

La Primera Restauración se hundió en medio de la ineficacia, la violencia represiva y el exceso militarista. La ineficacia para poner en marcha los cambios necesarios que acomodasen una sociedad transformada y una estructura de Estado anclada en la primera mitad del XIX. Porque el juego político y la constitución que lo amparaba estaban más cerca de 1850 (doctrinarismo, partidos de notables, clericalismo...) que de 1900. Y eso a la altura de 1930. La violencia represiva estuvo presente todo el período pues la lucha de clases se fue exacerbando y ninguna de las dos partes acercó posturas; pero fue la parte que le tocaba al Estado la más peligrosa en cuanto dejó a éste como un instrumento de clase y eso perjudicó a la imagen del Estado y de la misma "nación" como soporte imaginario del mismo. Del exceso militarista no hay riesgo de exceso de ponderación: la derrota militar de 1898 sirvió al ejército no para redimirse sino para trasladar culpas a la política que estaba cayendo en el descrédito... así ganó en "jurisdicción" (después de 1905) y ganó un campo de honor ¿? en un Marruecos donde los oficiales tenían carne de cañón barata y motivos coincidentes con los políticos: machacar moros y extraerles todo lo que se pudiese. Eso sí, el deshonor los cubrió ampliamente, tanto en el campo de batalla como en el político: el golpe de Primo de Rivera tapó el informe Picasso a cambio de hundir la credibilidad del mismo régimen. De nada sirvió el proceso modernizador... la política seguía siendo necesaria y así se vio en 1930.

Eso sí, salvo el período de la Dictadura, la constitución de 1876 dio la cobertura legal a todo. Incluyendo a la actuación de un Rey "gobernante"... porque tenía esa atribución. Hacía y deshacía gobiernos y Cortes porque tenía esa prerrogativa; dirigía el ejército; era, literalmente, un irresponsable. Y sus excesos dieron alas a un republicanismo que era tal en las mentes de unos pocos y en los más era una ensoñación. 

Esta Seguna Restauración, o instauración o lo que sea, está tocando a su fin. Pero temo que el republicanismo sea también una ensoñación nada más. Una especie de "contra" sin sustancia positiva. Por lo demás, también la constitución está siendo escrupulosamente secundada. Otra cosa es que esté al día; que se corresponda con una sociedad tan cambiada en los últimos 35 años. Y en un orden internacional, también transformado más de lo que se podía imaginar uno en 1978.

Partidos y políticos están tan desacreditados y tan fuera de la realidad como en 1917 después de la huelga general y la represión subsiguiente. Hay Mauras, Datos, Santiagos Albas... pero faltan quienes puedan articular nuevas mayorías "de masas" y tras un programa creíble y factible. La Monarquía está en su momento más bajo y tal vez irrecuperable: las entrevistas, reportajes, comunicados y páginas WEB "en positivo", chocan con los jalones de un escándalo de corrupción más o menos consentida y con la prepotencia de quien se cree intocable o irresponsable. Es una sangría de credibilidad y respetabilidad que ninguna transfusión parece poder sanar. Y, en medio de esto, una jugada a lo 23F sería demasiado peligroso y el resultado, creo poder aventurarlo, funesto. Además, esta vez los militares, parece que son más sensatos que lo que fueron allá por la época de la Primera Restauración o en los inicios de la Segunda (o Reinstauración). Algo, sí, parece que hemos avanzado.

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