¿No más Europa?
Seguramente no más Europa en la línea que se estaba siguiendo. Pero tampoco se ve muy bien en qué dirección. El no francés abre interrogantes pero, sobre todo, desata especulaciones y dibuja escenarios tan diversos que se puede decir que todo está abierto. Hasta la liquidación del objetivo de unión política... como ya lo parece el de la cohesión social
Creo que el problema viene, precisamente, del papel que se le sigue asignando a uno de los constituyentes, los Estados. No son meras circunscripciones electorales para esa Europa (UE, porque Europa es más: es la idea cuyos límites territoriales son difusos) que queremos. Y, sin embargo, prefiero a esos constituyentes antes que a esos idealizados tanto como imaginados pueblos.
Deberían ser los constituyentes ese nosotros, ciudadanos europeos... Y no lo somos. Por eso tampoco votábamos una constitución: votábamos un tratado internacional con contenidos constitucionales: la carta de derechos (y eso es pura esencia europea; no lo puede negar nadie sensato); el organigrama institucional (Niza mejorado... a pesar de lo que diga el profesor de liderazgo internacional y bigote charlotiano); y el sujeto (sujetos) de la soberanía: ciudadanos y Estados.
Pero ¿existen realmente los ciudadanos europeos? No. Aún no. Desgraciadamente no. Pero no está el camino en encuadrarlos primero en naciones o pueblos. Sí en Estados... pero como circunscripciones. Uno es ciudadano del territorio que le garantiza unos derechos... como individuo. Se dice todo (portugués, español, irlandés...) tiene derecho a.... porque ese Estado constituido es el que se lo garantiza. La nación en tanto no es Estado, no se lo puede garantizar... y sólo atiende al pueblo al que llama nacional; y los derechos vienen en tanto componente del pueblo susodicho, pero no como individuo humano igual a otro humano.
Estados como circunscripciones; Europa como Estado que garantiza los derechos. Entre ellos, el de igualar a sus conciudadanos.
Y aquí viene el problema: si en su día los noruegos se negaron a cohesionarse (léase compartir su bienestar y su petróleo) con los otros europeos, hoy lo intentan otros que ya están dentro. Pero ya se sabe: pasa lo mismo dentro de los Estados entre las regiones ricas (que presentan déficit fiscal) y las menos ricas (no hay territorios pobres si se tiene perspectiva mundial).
Y dentro de lo que debería ser circunscripción electoral nada más lo que ocurre es que se vota contra el que administra ese territorio creyendo que es su coto soberano. Eso es lo jodido. Eso es lo que ha pasado en Francia. Eso es lo que ha pasado en Holanda... y, al principio de todo, en España. Aunque aquí salió el sí se votó lo que había dentro. Por eso los peperos huérfanos del Ánsar de Niza votaron no lo que decía el ppartido sino contra ZP. Y los psoeros votaron a ZP... sin saber lo que había en el Tratado por el que se establece una Constitución para la UE. Así es. Así nos jodemos aún.
Creo que el problema viene, precisamente, del papel que se le sigue asignando a uno de los constituyentes, los Estados. No son meras circunscripciones electorales para esa Europa (UE, porque Europa es más: es la idea cuyos límites territoriales son difusos) que queremos. Y, sin embargo, prefiero a esos constituyentes antes que a esos idealizados tanto como imaginados pueblos.
Deberían ser los constituyentes ese nosotros, ciudadanos europeos... Y no lo somos. Por eso tampoco votábamos una constitución: votábamos un tratado internacional con contenidos constitucionales: la carta de derechos (y eso es pura esencia europea; no lo puede negar nadie sensato); el organigrama institucional (Niza mejorado... a pesar de lo que diga el profesor de liderazgo internacional y bigote charlotiano); y el sujeto (sujetos) de la soberanía: ciudadanos y Estados.
Pero ¿existen realmente los ciudadanos europeos? No. Aún no. Desgraciadamente no. Pero no está el camino en encuadrarlos primero en naciones o pueblos. Sí en Estados... pero como circunscripciones. Uno es ciudadano del territorio que le garantiza unos derechos... como individuo. Se dice todo (portugués, español, irlandés...) tiene derecho a.... porque ese Estado constituido es el que se lo garantiza. La nación en tanto no es Estado, no se lo puede garantizar... y sólo atiende al pueblo al que llama nacional; y los derechos vienen en tanto componente del pueblo susodicho, pero no como individuo humano igual a otro humano.
Estados como circunscripciones; Europa como Estado que garantiza los derechos. Entre ellos, el de igualar a sus conciudadanos.
Y aquí viene el problema: si en su día los noruegos se negaron a cohesionarse (léase compartir su bienestar y su petróleo) con los otros europeos, hoy lo intentan otros que ya están dentro. Pero ya se sabe: pasa lo mismo dentro de los Estados entre las regiones ricas (que presentan déficit fiscal) y las menos ricas (no hay territorios pobres si se tiene perspectiva mundial).
Y dentro de lo que debería ser circunscripción electoral nada más lo que ocurre es que se vota contra el que administra ese territorio creyendo que es su coto soberano. Eso es lo jodido. Eso es lo que ha pasado en Francia. Eso es lo que ha pasado en Holanda... y, al principio de todo, en España. Aunque aquí salió el sí se votó lo que había dentro. Por eso los peperos huérfanos del Ánsar de Niza votaron no lo que decía el ppartido sino contra ZP. Y los psoeros votaron a ZP... sin saber lo que había en el Tratado por el que se establece una Constitución para la UE. Así es. Así nos jodemos aún.
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