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Higinio

Devolver competencias al Estado

Está ahora de moda. La derecha (incluyendo a UPyD, que pretende ser centro) habla de ello al rebufo de los "recortes" en el déficit público impuestos por la UE (o eso dicen). Se dice que debemos evitar "duplicidades", adelgazar las estructuras del Estado...

Es más, hasta un cantamañanas nacionalista aboga por ello... siempre que no se le toque lo de él y los suyos (y los amigos "históricos" de las Vascongadas). De esa forma se volvería al momento anterior del "café para todos" que pretendió una estructura federal sin serlo. El amigo Mas que llama "artificiales" a las otras autonomías, se cree capitán de un barco que puede hablar de tú al Estado (confederación)... por eso, haciendo "de menos" a los demás y consiguiendo el Pacto fiscal, podría seguir más allá de 2015... chantajeando para sonsacar todo lo que pueda. Infame.

Pero volvamos al principio. La devolución de competencias. Mas, me pregunto ¿qué competencias?. Las CCAA son Estado (dígase lo que se diga por parte de los que manejan el lenguaje político ideológicamente y no filológicamente) y así están contempladas en el Título VIII de la Constitución de 1978. Allí no se dejó cerrada una lista de competencias para "transferir" sino que, como Manuel García Pelayo dejó escrito, es una construcción a futuro.

Entonces, si son Estado también ¿a qué devolver las competencias "ganadas"? Será, entonces, que no se han transferido adecuadamente, oportunamente... Y en esto sí estoy de acuerdo. Ni adecuadamente (el soporte fiscal adecuado para las "obligaciones" que contrae con la transferencia) ni oportunamente: no todo es transferible.

Deberíamos distinguir entre las diferentes potestades del Estado para evaluar qué devolver (o no tomar) y qué no (y, entonces, recibir "oportunamente" y practicar la competencia, "con competencia"). La potestad legislativa en la mayoría de las materias transferidas ha creado tal disfunción (lo denuncia Francisco Sosa Wagner magistralmente en su El Estado fragmentado -aquí una recensión de su libro) que acaso sí deberíamos plantear devolver buena parte de las competencias que incluyen esa potestad. 17 sistemas legales sobre una misma materia crean más dificultades que posiblidades de mejorar la vida de los ciudadanos... no se olvide que ésta es la justificación última de la descentralización competencial realizada y, como rezan los artículos 138.2 y 139.1, no puede haber diferencias entre los españoles -ni sus territorios. Incluso la potestad reglamentaria con frecuencia abunda en ello alejando más la igualdad que debería regir la vida ciudadana en un Estado democrático radical... pero también en el Estado que prefigura nuestra constitución de 1978.

La potestad ejecutiva es otra cosa. También puede crear distorsiones, por supuesto: dejación o, en el otro extremo, exceso de celo... pero esto respondería a la eficacia del Estado en sus instituciones. Alguien dirá que esto es "desconcentración"... ¿y qué? Se trata de facilitar la vida a los ciudadanos, a todos... no a los que acceden en este neocaciquismo revestido de "derechos históricos" a puestos políticos y administrativos. ¿Hablamos de las Diputaciones? ¿Por qué el PP no quiere anularlas? No lo sé, pues ya no está el señor Fabra al frente de una...

 

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