Política social; Fet diferencial
He oído (y rebatido) de boca de izquierdales (entiéndase: supuestas gentes de izquierdas pero, sobre todo, nacionalistas) que el tripartito catalán y el Bloque [nacionalista galego] hacen políticas de izquierdas y que, como no está bien discutir eso, pues se les endilga un sambenito y crítica dura por su nacionalismo.
Ciertamente yo sí critico ese nacionalismo pero precisamente por la incoherencia e imposibilidad de casarlo con el ser de izquierda. Al menos de la izquierda reivindicada socialista cuyo origen está en el XIX. Tampoco de la liberal (que sería jacobina y radical no jacobina y doctrinaria; la federal ya acepta la diferencia entre individuos, siquiera en el disfrute universal y la garantía de derechos universales). Acaso el problema para la izquierda socialista sea el cacao mental del leninismo estalinista que encontró en el patriotismo nacionalista una fuerza mayor que la obrera para hacer la revolución... que era la urgencia del momento. Y para la liberal, que su momento pasó y se desacompasó de la evolución social: al retomarlo, se abocó a la moda territorializante.
En fin. Viene esto a cuento por la decisión del tripartito catalán de desarrollar la Ley de conciliación familiar y laboral al conceder un mes al padre después de las 16 semanas de rigor. Nada que objetar salvo... que la limita a funcionarios y empleados públicos o semipúblicos (es decir, aquellos de empresas participadas por la Generalitat en más de un 51%). Alguien me dirá, ¡estupendo!, por algo se empieza. Pero yo, que soy funcionario (español) siento esa discriminación tanto o más que la del sueldo (que también...) porque podría aceptar la relación salario/IPC... pero la paternidad es en todos los sitios igual. ¿Por qué el padre catalán tiene ese privilegio (Privilegio: derecho exclusivo de alguien)? Es más, ¿por qué el padre catalán y funcionario... y no el padre catalán y camionero?.
Señores del trípode, ir por delante, no es siempre ir en vanguardia (políticamente hablando), también puede ser exponerse a que te den por atrás. ¿Con qué cara puede uno usar de ese privilegio sintiéndose de izquierdas? Con vergüenza...
Ciertamente yo sí critico ese nacionalismo pero precisamente por la incoherencia e imposibilidad de casarlo con el ser de izquierda. Al menos de la izquierda reivindicada socialista cuyo origen está en el XIX. Tampoco de la liberal (que sería jacobina y radical no jacobina y doctrinaria; la federal ya acepta la diferencia entre individuos, siquiera en el disfrute universal y la garantía de derechos universales). Acaso el problema para la izquierda socialista sea el cacao mental del leninismo estalinista que encontró en el patriotismo nacionalista una fuerza mayor que la obrera para hacer la revolución... que era la urgencia del momento. Y para la liberal, que su momento pasó y se desacompasó de la evolución social: al retomarlo, se abocó a la moda territorializante.
En fin. Viene esto a cuento por la decisión del tripartito catalán de desarrollar la Ley de conciliación familiar y laboral al conceder un mes al padre después de las 16 semanas de rigor. Nada que objetar salvo... que la limita a funcionarios y empleados públicos o semipúblicos (es decir, aquellos de empresas participadas por la Generalitat en más de un 51%). Alguien me dirá, ¡estupendo!, por algo se empieza. Pero yo, que soy funcionario (español) siento esa discriminación tanto o más que la del sueldo (que también...) porque podría aceptar la relación salario/IPC... pero la paternidad es en todos los sitios igual. ¿Por qué el padre catalán tiene ese privilegio (Privilegio: derecho exclusivo de alguien)? Es más, ¿por qué el padre catalán y funcionario... y no el padre catalán y camionero?.
Señores del trípode, ir por delante, no es siempre ir en vanguardia (políticamente hablando), también puede ser exponerse a que te den por atrás. ¿Con qué cara puede uno usar de ese privilegio sintiéndose de izquierdas? Con vergüenza...
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