Blogia
Higinio

Sigue el mareo de la perdiz

Hace más de dos meses que no he escrito nada aquí. En ese tiempo han pasado muchas, muchas cosas. Pero para continuar con la última escrita, he de recoger que alguna negociación debió de haber: el hideputa del que hablaba ha abandonado la huelga de hambre y lo presenta (y sus correligionarios también) como una victoria.

El juicio ha comenzado y resulta que sólo quiere ser escritor, que se ha desvinculado de la banda. Banda de hijoputas que ahora ha decidido rearmarse y los mamporreros (hijoputas también, pero estos "legales" porque su chulería no infringe la ley... a pesar de que en las tabernas del pueblo de estos impresentables siguen apareciendo muestras de su talante asesino) aún dicen y piden derechos humanos.

Está bien eso de montarla y luego reclamar paridad en la mesa. Cualquier subnormal puede entender que dos son iguales si no conoce el criterio para comparar. Víctima y verdugo son iguales en cuanto que son uno y uno. Ahí se acaba todo, pues lo demás es desigualdad. Los hijoputas lo son a tiempo completo y por mérito propio: no pueden pedir que se les trate como a los "hijos de los demás" pues no lo son.

A la mierda la mierda que representan. Asco de tanto vasco... impresentable.

0 comentarios