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Higinio

Memoria y conocimiento

Hace algo más de una decena de años que el asunto, la "memoria histórica" está de moda y va camino de ser "permanente" y, por tanto, ya no moda sino modo de vivir. Creo, sinceramente, que hay una enorme confusión sobre ello. Y acaso sea debido a que utilizamos a la ligera términos de uso corriente como sustitutos de conceptos propios de una ciencia. Así, aquellos, los elevamos a la categoría de éstos y bañamos con un aura de "verdad" a la opinión que defendemos.

Existe como concepto en historiografía la expresión "damnatio memoriae" para expresar la anulación del papel histórico de la parte "vencida" en un conflicto anterior y que, por inercia, permanece a lo largo del tiempo. Sería el caso de aquellos pueblos colonizados o de los pobladores de territorios ocupados. La Historia que construyen los vencedores culpa u omite a los vencidos en la explicación histórica del pasado.

Pero ahí "memoriae" no puede traducirse sin más a la "memoria histórica" que es el par que hoy se maneja alegremente. Sí es cierto que se trata de rescatar "miles de historias personales", del olvido obligado por los vencedores en la guerra civil de 1936-39 y el posterior predominio de los mismos durante cuarenta años (algo más que la vida del dictador) en la elaboración del relato histórico explicativo del asunto. También es cierto que hay un enorme peso de "lo político", como no podía ser menos: la historia es política y su relato científico, la Historia, también es política porque se hace como una explicación para un proyecto de futuro (de lo contrario no tendría sentido: la ciencia no se hace como la literatura para disfrutarla, se hace para algo más... como la Crítica literaria o la Historia de la Literatura).

Ahora bien, no es memoria, es Historia lo que tiene que construirse, revisionismos incluidos. Pero revisionismos que no sean "re-visión" como ocurre hoy con la "visión" de la derecha: se utilizan exactamente los mismos argumentos que sintetizó José María Pemán como asesor del primer Ministro de Educación de Franco a partir de los que iba regurgitando la Iglesia, la derecha golpista y sedicente, y la derecha sin más -pero no democrática. Ni siquiera una actualización, re-visitación a esos argumentos. He ahí el carácter de "historiadores" de gentes como Pío Moa o el  prolífico ensayista ¿? César Vidal.

Es Historia, o sea CONOCIMIENTO, lo que hay que construir y así lo están haciendo decenas de historiadores desde Ángel Viñas o Julián Casanova o Enrique Moradiellos o Santos Juliá, o ... que matizan y completan lo que hispanistas competentes habían hecho antes a despecho de los Larrazábal y De la Cierva.

Y no hay que confundir conocimiento con "recuerdo" que eso es la memoria. Incluso aquel título tan significativo de "Recuérdalo tú y recuérdalo a otros" era, es, equívoco: quien no lo vivió no puede recordarlo sino conocerlo. Y no olvidarlo pues el conocimiento (y el recuerdo también) se olvida. Eso es lo único que permite unir conocimiento y recuerdo, el olvido. Pero, conste, no son lo mismo.

Y sólo el conocimiento no es subjetivo y, por tanto, válido para construir un proyecto social, no una mera revancha... que es de lo que se trata ahora en uno y otro lado por muchos. Por la derecha, casi todos; por la izquierda, muchos apuntan a esa revancha y pocos a la oportunidad de construir ese conocimiento. Por eso agradecemos a Casanova, a "Quique" Moradiellos... el empeño en hacer "balance"... aunque por la incultura permanente de este país (que la derecha quiere mantener a perpetuidad)  tenga que intervenir la Justicia en un asunto que es de conocimiento más que de juzgado. Eso demuestra lo profunda que fue la herida de la guerra civil. Y olvidarlo no nos libra de su dolor. Bueno, no nos libra a buena parte, porque a la derecha y a los (escasísimos) que no tuvieron víctimas les cumple "cerrar" como está.

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