De la legitimidad y los votos.
Se pedía una participación alta y acúmulo de votos para un partido que, al final y como decían las encuestas, acabó obteniendo mayoría absoluta. Efectivamente, fueron muchos millones de votos, casi la mitad. Pero esa mitad lo es de menos del 70% del electorado que es el que ha participado... por lo que, al final es más o menos uno de cada tres electores.
No quiero, desde luego deslegitimar por esta razón al partido ganador. ¡Quiá! En la lógica de la democracia parlamentaria está eso y lo asumo una vez aclarado el límite del "respaldo" de las urnas.
Pero lo que viene ahora es también para pensar. Se legitima ¿qué? ¿un cheque en blanco? Es que, tampoco sabemos mucho y bien qué es lo que se va a hacer salvo salir al paso de lo que surja, puesto que sobre cosas que se van a reformar o acometer reforma, sólo se han dicho vaguedades.
Así que el respaldo "masivo" puede ser tanto para una liquidación de lo público, como para un adelgazamiento, como para una desviación hacia algunas partes de lo público que interesan a los dirigentes del partido... por ejemplo, a "seguridad".
Demasiadas vaguedades que, en la persona del ganador, justificarían el tópico de "gallego", sin querer insultar a los pobladores de Galicia o a quienes se sientan gallegos. Los tópicos, tópicos son aunque lleven algo de serio en ellos. Y para el caso, el no saber si va o si viene, nadar y guardar la ropa, el "depende"... pues sí, da la medida justa de la postura del dirigente.
Porque no de sus subalternos más inmediatos (a no ser que ellos sean verdaderamente el PP y él sea el caballo blanco para pasearlo y atraer las miradas). Me resisto a creerlo. Sus subalternos, algunos con poder institucional ya, han hecho cosas que, sin embargo, han recibido respaldo amplio: en Castilla-La Mancha, el doble de diputados que el PSOE, quien hasta hace bien poco mantenía mayorías holgadas.
Y aquí llego a la última. Si como cualquiera puede deducir en conversaciones pilladas al desgaire, en lecturas de sesudos politólogos y sociólogos, en... no las ganó el PP sino que las perdió (y por goleada) el PSOE que se marcaba goles en propia puerta, entonces ¿legitimidad para qué? Si es que se la han dado seguramente más los que no fueron a votar que los que le han votado: han votado santo y seña y a la contra. Pues vaya legitimidad. Como para que en las siguientes, si pierden, se lo tumben todo otra vez.
País...
0 comentarios