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Higinio

El imbécil social (3)

El imbécil siempre hace el imbécil y ejerce de tal, pero no todo el que hace el imbécil es imbécil. Y esto es un axioma. Ocurre a menudo que una conducta torpe produce una situación típica de las que provoca un imbécil. Pero la diferencia está en que la torpeza es falta de habilidad y, casi siempre, es una consecuencia inesperada o no buscada de una acción que pretendía otra meta. Puede llamarse al autor de esa conducta, tonto, pero no imbécil.
El imbécil social programa y tiene intención de producir un efecto. Desea que el fruto de su actuación caiga sobre el auditorio. Y, a menudo, que se oriente hacia los deseos del hijoputa que está detrás del imbécil.
Escuche usted una tertulia mañanera o vespertina o nocturna (las hay casi a todas las horas). Enseguida detectará el imbécil y al hijoputa en ese cotarro. El periodismo es una profesión en la que el imbécil se siente a gusto, lo que no quiere decir ¡faltaría más! que toda la profesión encaje ahí: sí, por desgracia, el porcentaje de imbéciles ahí es muy superior (unas 5 veces más, aproximadamente) que en la mayoría de las profesiones. Una proporción también parecida a la que hay de hijoputas entre la clase política.
No hace falta ser muy sagaz para ver la estrecha relación de dependencia entre una y otra profesión. Hace poco y en un intento de aclarar asuntos de “pesebrismo” alguien hablaba de “extorsionados y extorsionadores” y cómo aquellos sacaban más de éstos que al revés. El artículo era contestación a la intervención de otro periodista demasiado implicado en esa relación estrecha entre hijoputas e imbéciles. Ahora bien, el autor del artículo, libertario de pro(paganda) probablemente sea la imagen más acabada, el modelo, de imbécil social en la profesión. Con un poco más de entrenamiento, hasta podría llegar al nivel superior, el que teorizamos en artículos pasados.
Otro imbécil social explica lo que es la asepsia en los informativos Es otro ejemplo de que entre el tonto y el imbécil social hay una clara diferencia, y ésta está en la intencionalidad de buscar un resultado que se acerca bastante al conseguido tras la actuación.
Proseguiremos con el catálogo de imbéciles para determinar el perfil del modelo de imbécil social todo lo más preciso que podamos.

1 comentario

Monica -

Dada la descripción, yo creo que puedo localizar a unos cuantos imbeciles sociales...tantos que temo que sea un virus! A partir de ahora salgo con esas mascarillas tan monas que se ponían los asiaticos con cierta neumonía. Un saludo.MONICA