Carta al Ministro de Educación, señor Wert.
Señor ministro, quisiera mantener la corrección propia de un discrepante político tolerante y de un administrado (pues como subalterno suyo no es el caso ahora: ni el procedimiento ni el objeto de la carta). Sin embargo, me resulta muy difícil; me lo ha puesto muy difícil. Lo voy a intentar.
Como administrado, es decir, como ciudadano que contribuye con sus impuestos y debe obediencia a la autoridad pero que está comprometido con una democracia que no es algo circunstancial sino un modelo de convivencia para el futuro también, tengo que reprocharle y con toda la dureza que pueda, el retroceso que plantea en su anteproyecto de nueva ley educativa que, sinceramente, espero que no salga adelante.
Mire usté, como dice su jefe, facilitar la segregación de niños y niñas, con dinero público no se compensa con la negativa (de momento) al cheque escolar. Usted sirve a un loby que hace negocio con la educación, perdón, con la catequización y la preparación para "dirigir". Pero lo pagamos todos, la inmensa mayoría que no dirigimos... teniendo en cuenta que las empresas y grandes fortunas no son las que están engordando el erario público.
La segregación temprana, es decir, el fin de un tronco común antes de los 16 -que tiene ahora, por ejemplo, Polonia, a los 15- no nos puede hacer olvidar que es un atraso aquí... lo que para Polonia es un avance desde los 14 anteriores; algo que los polacos han visto positivamente. ¿Que Alemania segrega a los 11? Seguramente por eso debe buscar ahora ingenieros y especialistas afuera, aunque no le falten técnicos medios porque eso lo empieza a formar con 11 años. Por supuesto, son lectores apasionados del Bild: supongo que aquí hay que favorecer los lectores de La Razón, La Gaceta y, muy pronto, un nuevo El Caso. Súbditos agradecidos y cumplidorres de consignas antes que ciudadanos críticos.
Aún más: ¿se cree usted que las "evaluaciones externas" no van a segregar? Y ya dejo para otro momento el que me explique quién va a pagar esas evaluaciones externas...
Sólo teniendo en cuenta estas tres segregaciones, basta para señalar su reforma como ideológica antes que "necesaria". Por lo tanto, no es el abandono temprano lo que le preocupa: es marcar claramente la divisoria social e impedir por cualquier medio la movilidad social salvo para aquellos que se quiera cooptar "comprándoles": becas tras un esfuerzo contrastado y, fidelidad a quien la da (esto último porque la corrupción, con su partido, no se va a acabar; se puede asegurar ya). Es ideológica en el sentido marxista del término: "visión falsa de la realidad". Entiéndase: hace una lectura de la sociedad como ese conservadurismo americano del señor Romey y su partido. Sí: las personas están obligadas a comprometerse con su futuro (lo que no es falso en principio)... pero ni salimos desde la misma casilla, ni tenemos las mismas calles para avanzar. Una sociedad avanzada, desarrolla la equidad: no olvide señor ministro, que la Etología ya ha confirmado que la conducta prosocial es egoísta... y que el propio Yaveh tiene en su hijo un ejemplo extremo de conducta prosocial... y que a todos igualaba.
Es ideológica porque es una decisión política "de clase". Lo es como las medidas adelantadas por gente de su partido en los "laboratorios" de gobierno que son Madrid y Castilla-La Mancha. Y cómo las medidas de recorte del gobierno con el que se sienta todos los viernes están afectando: la polémica de "los táper" es de un país en desarrollo, no de esa España que usted piensa reformar.
Es ideológica porque responde a un modelo educativo que está presente en los países del llamado Tercer Mundo antes y ahora "en desarrollo". Una educación clasista, donde el pago garantiza la calidad. Y el Estado sólo garantiza, subsidiariamente, una beneficiencia... que prepara máquinas humanas para el sistema productivo.
Y, además, es ideológica porque se rinde a las pretensiones catequizantes de la jerarquía eclesiástica española, defensora de la familia (sagrada familia cristiana) como fórmula para manejar mejor una sociedad. En la familia -reino de la tradición antes que república independiente de Ikea...- ha de darse la educación moral y cívica o elegir dónde (la calidad del colegio de pago), no vaya a ser que la escuela pública y con la Educación para la Ciudadanía y los DDHH (estos se mantienen, de momento y por imposición UE) haga personas libres y autónomas.
Mire usté, la Premio príncipe de Asturias, Martha C. Nussbaum, lo dice alto y claro desde hace muchos años: instruir técnicos y sustraer la educación cívica, la humanística, y sostener como hace usted la segregación, condena a las sociedades (ella dice naciones; no me gusta el término por equívoco) a olvidarse de la Democracia.
Por supuesto, tengo en cuenta que las gentes que le son próximas en el Ministerio, le han ayudado en la elaboración de esta reforma; perdón, contrarreforma. Su jefe de gabinete, Jorge Sainz, es Economista y ahí desarrolló su carrera profesional. Su Gabinete de Comunicación, lo lleva la señora Margarita Mayoral con una carrera de 20 años en la COPE (como bien se sabe, cadena muy poco ideologizada). Y, por último, el subsecretario, D. Fernando Benzo, con una carrera de los últimso 8 años entre la Asociación de Víctimas del Terrorismo y la empresa privada; supongo que buena escuela también para empaparse y adelantarse en la reforma de la Educación para la Ciudadanía con ese "nacionalismo separatista".
Acabo de decir por último. No. El último es usted: una carrera larga en política... y también larga al servicio del "Banco Azul" (a la bancada azul acaba de llegar y no me refiero a eso)... y como representante suyo en la fundación empresarial que es "referencia en Europa". Sí, ahora me explico esa insistencia y preferencia en la reforma de Educación para la Ciudadanía para "hablar del emprendedor".
Atentamente, el ciudadano Higinio Rodríguez Lorenzo que, de ninguna manera quisiera ser súbdito y le gustaría dejar de ser ciudadano indignado para ser solamente, discrepante. ¿Me lo va a permitir?
Post Scriptum: he mantenido el respeto que no creí ser capaz al inicio de la carta. No garantizo ser tan tolerante para una próxima.
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