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Higinio

Soy un comecristianos

Soy un león en el circo. Me como devotos cristianos imponiéndoles mi forma de entender las relaciones sociales. Les obligo a divorciarse so pena de infierno aquí. Les impongo la asistencia a las liturgias varias y al pago por asistencia y cumplimiento de las mismas so pena de ponerles el sambenito de moral equivocada y disoluta. También pido para ellos la obligatoriedad de casarse con alguien del mismo sexo para poder luego adoptar a niñitos a los que educar en la pederastia, perdón, en la homosexualidad... si es que ésta es aprendida y no es una maldición de Satanás que anda por las x y las y cromosómicas.
Soy un fundamentalista que impongo mi moral nacida de un catecismo elaborado por mentes en conexión con dios. Y como éste es atemporal, pues impongo esa moral válida para una sociedad de pastores, de agricultores, de matones de filisteos (pronúnciese “palestinos”), de caballeros feudales, de... purpurados vaticanos. Mi moral laica y de desprecio hacia pensamientos únicos revelados, la estoy imponiendo a machamartillo a esos cristianos condenados y encabezados por unos dirigientes que desde la Casa Real a las autoridades autonómicas y aún municipales se arrodillan ante el purpurado y aguantan el chaparrón. Una moral, un comportamiento el que impongo desde ese predominio que me da el poder, las tribunas de autoridades, la presidencia de actos... Sí; desde ahí impongo mi moral laica y anticlerical: cuando voy a la ofrenda ante la tumba de Prisciliano; cuando la festividad de mi nación-región-taifa; cuando la fiesta del pueblo... y presido la liturgia con plena libertad de expresión.
Como son una minoría perseguida, estoy empujándolos a las catacumbas de la prensa escrita: ABC, La Razón, La Vanguardia, El Correo... en los que, ya se ha olvidado al único dios verdadero. Ahí me explayo y exijo el cumplimiento de mi moral laica. Y hago llamamientos a la desobediencia civil para corregir el rumbo de esta disoluta sociedad.
No van a tener donde hacerse notar: los he arrojado de todas oenegés: dos de cada tres ya son mías. Ahí capto el dinero que, además de servirme para la misión encomendada, lo utilizo para campañas de propaganda e imposición de mi moral, de mi verdad. Sí. Me impongo porque me están dejando sin fondos, me están tocando... la cartera. Y también me están tocando los... altavoces: desde mis centros de educación (tres de cada cuatro centros privados) impongo mi forma de ver el mundo. Ahí digo esa barbaridad de hombres y mujeres iguales en todo. Y esta otra: disfruta la vida y manda a tomarporelculo milongas de pensamiento único.
Sí. Decididamente, están perseguidos. Que se jodan... aunque me dan una pena...

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