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Higinio

Una generación ahistórica (y 6)

Y del tiempo astronómico qué decir. Muy pocos adolescentes (incluyo a los que ya pueden tener 30 o más) manejan el tiempo largo de la Prehistoria y, menos aún, de la vida en la Tierra y del cosmos.
Difícilmente se pueden formar una idea cabal de lo poquita cosa que se es (y ¡tan grande! a la vez) sin esa perspectiva temporal. Tampoco se puede valorar la Naturaleza ni los recursos que en ella encontramos y dilapidamos tan rápidamente.
¿Consumo responsable... desarrollo sostenible? Sí, pero para eso hay que tener un esquema temporal serio en el coco. Y no es el caso.
Si la primera percepción que hubo del tiempo astronómico fue la de la noche y el día, está claro que esta generación no reconoce tal diferencia. Estoy convencido. Y no es por el uso “social” que se hace de una y otra parte de las 24 horas. Es que no entienden que sean diferentes. Debe ser por la iluminación nocturna. Debe ser por eso.
En algún estadio de la Humanidad hubo percepción clara de otro aspecto del tiempo astronómico: el año, el ciclo estacional vinculado al sol. Simultáneamente debió percibirse también el “mes”: el ciclo lunar. No voy a entrar a justificar ahora por qué no ese tiempo astronómico hoy no es notado por esta generación: come la fruta de temporada con la misma conciencia con la que toma la leche que se fabrica en la empresa láctea.
No. No hay una concepción del tiempo astronómico porque, previamente, no hay esa percepción de la lejanía. Acaso los “documentales de la 2” les acerquen a esa medida del cambio en la Naturaleza. Pero se queda en el “mucho, mucho tiempo”. Como aquellos primitivos lejanos que tenían tres números: el uno, el dos, y el muchos.
Pues claro, al faltar esa perspectiva del tiempo largo, el tiempo de la Naturaleza, ¿qué podemos pedirles para una nueva y eficaz relación con esa Naturaleza?. Será, entonces una relación basada sólo en la emotividad, no en la racionalidad. Y mal camino es ese, creo. Mal camino porque me remito a aquellos hippys de los 60 que querían una relación fraternal con la Naturaleza... acabaron comprando Porsche en los 80 y montando empresas depredadoras de esa Naturaleza que amaban. Sólo hubo que esperar a que se curase el romanticismo y que el afecto “madurase”. No. La relación debería ser racionalmente fundada. Y para eso se requiere una reflexión. Y saber, saber mucho.
Pero nosotros, creo, no sabemos llevarles esas nociones del tiempo. Peor para nosotros.

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